viernes, 8 de marzo de 2013

“CUANDO LA MUJER AVANZA, AVANZA LA SOCIEDAD TODA”

Sierra Grande Noticias por Silvia Panomarenko


                            “El progreso de la mujer es el progreso de todos”.

Desde la Asociación “NEWEN ZOMO” queremos celebrar el Día de la Mujer Trabajadora en forma frontal, cuestionadora y sin "maquillajes". Prendemos una vela por la resistencia en nombre de todas las vidas apagadas por la opresión del poder patriarcal.

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora es una fecha que conmemoran los grupos femeninos en todo el mundo, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas.

Nos unimos para celebrar nuestro día y podemos contemplar una tradición de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.

Este es un día para que la sociedad en su conjunto reflexione e intente el cambio cultural necesario para lograr entre TODOS Y TODAS la construcción de una sociedad más justa que garantice el respeto de los Derechos Humanos, la equidad entre los géneros y la igualdad de oportunidades.

El Día Internacional de la Mujer debe servir como recordatorio de que muchas cosas deben y se pueden mejorar.

Ser mujer en un mundo de hombres es diariamente difícil. Las mujeres obreras lo saben y las profesionales también. Lo entienden las amas de casa, las madres, las hijas. Estamos entramadas en lenguajes y formas sociales que no cambian de un día para el otro; pero está en nosotras hacer que cambien.

Todos los días se ven mujeres siguiendo un modelo de "mujer" socialmente aceptable; recibiendo golpes, haciendo igual trabajo por menor paga, sufriendo algún abuso, o simple y sencillamente, teniendo que elegir entre ser madres o ser profesionales.

Las relaciones de dominación basadas en el sexo están inmersas en la cultura diaria, aparecen en formas simples, en chistes, bromas y esa cuestión de que, por el hecho de ser mujer, hay que demostrar que efectivamente una merece estar donde está y que no ha llegado allí por ser "la novia, la señora, la hija, la amante de..." Esos discursos siguen brotando por los poros de lo cotidiano, están en nuestras casas, en nuestros trabajos, en nuestros ámbitos de activismo social.

Aún falta modificar usos, costumbres, actitudes, lenguaje, formas de trato digno, etc. que evidencien conocimiento y respeto por los D.D.H.H.; especialmente en funcionarios policiales, gubernamentales y judiciales.

Vemos como crímenes y desapariciones permanecen en el tiempo sin aclarar; como los victimarios gozan de la impunidad, como las víctimas son condenadas con la sospecha.

La vulnerabilidad de las mujeres, aun cuándo se haya logrado avances en distintas áreas de la vida cotidiana, se explica por el solo hecho de ser mujeres en una sociedad patriarcal, cuyas relaciones de poder son desiguales, jerárquicas y violentas.

Las mujeres, aisladamente a lo largo de la historia, tímidamente desde el Siglo XIX y masivamente a partir de los años sesenta hemos empezado a clamar contra una situación injusta, que nos ha postergado, silenciado e invisivilizado con el propósito de sostener, mantener y reproducir de generación en generación un modelo de sociedad patriarcal. Los resultados de esta lucha comienzan a tener sus frutos.

Hombres y mujeres, machos y hembras, masculinos y femeninos han recorrido mucho y mucho más les queda por recorrer; aún queda más y más por construir en esta permanente búsqueda sin prejuicios de una mejor forma de VIDA.

Pasarán años hasta que nos aceptemos iguales y diferentes a la vez. Que la igualdad no tiene nada que ver con "masculinizarnos", ya que por allí también atraviesan los discursos del poder machista. Que ser iguales no nos puede privar de nuestro derecho a ser diferentes. Y que el respeto de nuestras diferencias es la base de todo respeto. Igualdad de derechos no es sinónimo de igualación.

La igualdad de género supone el pleno y universal derecho de hombres y mujeres al disfrute de la ciudadanía, no solamente política sino también civil y social. Ello no significa que mujeres y hombres deban convertirse en iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan de si han nacido hombres o mujeres.

El medio para lograr la igualdad es la equidad de género, entendida como la justicia en el tratamiento a mujeres y hombres de acuerdo a sus respectivas necesidades.

                    Asociacion "NEWEN ZOMO"

                            Fuerza de Mujer



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