Presidente de la Comisión de Género de la Legislatura |
Este año hemos asumido el lema “Igualdad para las mujeres, progreso para todos” para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En este marco, debemos recordar que la lucha de las mujeres por la igualdad, por su plena participación política y social, contra el sometimiento y la violencia de género, recorre la historia universal desde hace al menos 2000 años.
Una historia plagada de avances y también de retrocesos, que reconoce en sus orígenes valientes formas testimoniales de reclamo, que en el siglo XX y en la primera década del presente siglo, han tenido un formidable impulso colectivo, que se refleja más en los avances normativos, que en la asunción de esos derechos en la conciencia colectiva, todavía impregnada culturalmente de los resabios de una cultura machista y discriminatoria. Así se impone la obtención de una auténtica igualdad y equidad entre hombres y mujeres en todos los aspectos de la vida.
Es una responsabilidad y hasta una obligación moral e histórica, que todos los ciudadanos y ciudadanas, en especial quienes tenemos competencia en el diseño de las políticas públicas, nos comprometamos a contribuir decididamente con este noble fin. El único camino posible hacia la deseada igualdad, está conformado por un inevitable proceso político que exige un importante cambio cultural con el fin de dejar atrás la imagen histórica sobre mujeres y varones, y abrir paso a una nueva forma de pensar, que entienda que todos por igual somos imprescindibles para la vida.
Asimismo, hago público mi reconocimiento en este Día Internacional de la Mujer. Me uno a las mujeres de Río Negro, Argentina y del mundo en solidaridad por los derechos humanos, la dignidad y la igualdad, un sentimiento que compartimos millones de personas y que nos lleva a seguir trabajando por la justicia y la inclusión.
Hoy, se reconoce que las diferentes conquistas obtenidas con el paso del tiempo, le han sumado responsabilidades a la mujer, porque la condición de trabajadora, con participación activa en la vida social, no significa en absoluto el haber relegado sus roles más intrínsecos e históricamente reconocidos, como el de ser madre, esposa, compañera, educadora de los hijos y defensora de la familia.
Finalmente, en mi condición de Presidente de la Comisión de Género de la Legislatura de la Provincia de Río Negro, reafirmo mi compromiso con los derechos de la mujer para seguir caminando con valor y determinación hacia el futuro. Debemos defender los derechos humanos, la dignidad y el valor de cada ser humano.
Legisladora Roxana Fernández (FpV)
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