Fernández Reivindico La Democracia

Sierra Grande Noticias por Silvia Panomarenko

Conmemorar un año más del trágico golpe de estado implica también recordar a esos hombres y mujeres que perdieron la vida luchando por sus principios, pensando primordialmente en la libertad de cada habitante de esta extensa, ancha e imponente Argentina. 

Lo hecho, por los militares, y la complicidad de algunos civiles, merece el repudio permanente de la sociedad, porque mataron, secuestraron, torturaron, vendieron bebés y nadie, tuvo derecho a un juicio justo, como lo están teniendo algunos ex - jefes del proceso en la actualidad. 

Revivir aquellos años de plomo, en donde se vivía con miedo y bajo el sometimiento absoluto, de la Junta Militar, permite dimensionar cuánto se ha crecido y cuan valorable debe ser la democracia para todos y cada uno de nosotros. 

El gobierno de facto emprendió una cacería y llamó subversivo a toda persona valiente, dispuesta a dar su vida, con tal de recuperar los derechos inalienables que estaban siendo conculcados. 

La ciudadanía no cobró venganza solo pidió justicia, durante largos años, y afortunadamente se están sucediendo las sentencias condenatorias. 

Demás está decir que nada, absolutamente nada, le devuelve la vida a los 30.000 desaparecidos, como tampoco podrán olvidar los sobrevivientes torturados en la clandestinidad. 

Los que amamos la vida y respetamos la Declaración Universal de los Derechos Humanos sabemos que la justicia se aplica en los tribunales y porque comprendemos que nadie tiene derecho a apagar la vida de otro ser. 

En este análisis, de la historia nefasta, merecen un reconocimiento las organizaciones militantes de la paz. 

Imposible obviar el compromiso de los partidos políticos, sindicatos, periodistas y el pueblo, que en su condición de tal, no dudó en reclamar por las recurrentes violaciones a los derechos básicos e inalienables, enunciados en la Constitución de la Nación. 

Recordar, no implica odio, no es venganza, es sencillamente hacer notar que los argentinos tenemos memoria. 

Los argentinos estamos orgullos de ser libres, de no tener ataduras, de poder expresarnos, de tener la posibilidad de elegir nuestras autoridades y de vivir en paz. 

Nunca más, una dictadura, Nunca más, el terrorismo de estado, Nunca más, un toque de queda, Nunca más, un Centro Clandestino, Nunca más, a todo aquello que nos hizo tanto daño. 

Legisladora Roxana Fernández 

Provincia de Río Negro